«Confianza digital» y «confianza cero» son términos frecuentes en el mundo de la ciberseguridad, pero ¿qué significan y en qué se diferencian?
En este mundo hiperconectado donde todo pasa por internet, las fronteras tradicionales ya no existen y tampoco se aplican las medidas de seguridad clásicas. Las líneas entre la vida personal y profesional se están borrando, y la gente pasa gran parte del día conectada. A medida que esta transformación digital se fue acelerando, sustituimos las interacciones personales por comunicaciones digitales que requieren de múltiples dispositivos, sistemas y redes. No obstante, en simultáneo, el vector de las amenazas también se ha expandido. Por lo tanto, saber cuándo y en qué confiar durante las interacciones digitales se ha vuelto más difícil que nunca.
Los usuarios deben poder tener la tranquilidad de que sus datos están seguros y protegidos, además de poder confiar en las empresas con las que interactúan de forma digital, ya sea en línea o mediante dispositivos IoT, vallas publicitarias o documentos digitales. En ese sentido, la confianza digital es lo que incentiva tanto a los usuarios individuales como a las empresas a usar internet con la certeza de que su presencia en el mundo digital está protegida, mientras que la confianza cero es el único modelo que permite construir esa relación.
La confianza digital es la certeza absoluta de que las actividades que llevamos a cabo en internet son seguras. Es la piedra angular del mundo hiperconectado y abarca la protección de usuarios, software, servidores, dispositivos, documentos, contenido digital, identidades y mucho más. Para desarrollar y preservar la confianza digital, las empresas deben demostrar su capacidad para brindar protección, privacidad, seguridad y confiabilidad a sus usuarios. La confianza digital se basa en diversos pilares fundamentales, entre otros, la adhesión a estándares, el cumplimiento normativo, el mantenimiento de las operaciones, la gestión de la confianza y la confianza adicional en los ecosistemas conectados. Por ello, si bien el desarrollo de la confianza digital implica diversos aspectos, una de las formas de afianzarla y garantizar la seguridad de los usuarios es implementar una arquitectura de confianza cero.
La confianza cero es un enfoque de seguridad que verifica cada solicitud de acceso de manera predeterminada. En un enfoque de confianza cero, la identidad digital no se corrobora a partir de la dirección IP, sino que se verifica periódicamente a partir de métodos de autenticación adaptativos, como la infraestructura de clave pública (PKI), la autenticación multifactor (MFA) y el inicio de sesión único (SSO). La adopción de la confianza cero ha aumentado significativamente en los últimos años. Por ejemplo, en 2021, el Poder Ejecutivo de Estados Unidos emitió un decreto con la directiva de que el Gobierno federal implementara dicho enfoque. Esto se debe a que la confianza cero mitiga los riesgos de seguridad y reduce el tiempo que se tarda en detectar las amenazas.
Por lo tanto, cuando la confianza cero se basa en la desconfianza absoluta y la verificación constante, se logra la confianza digital porque se autentica cada dispositivo, servidor y documento conectado. En otras palabras, implementar una política de confianza cero es una forma de alcanzar la confianza digital.
La PKI es vital para el desarrollo de la confianza digital y la confianza cero, ya que brinda la autenticación, la integridad y la identidad necesarias para implementar una arquitectura de confianza cero y ofrece confianza digital a las personas, los sistemas y las empresas. La PKI provee la autenticación necesaria para identificar a cada usuario o dispositivo en la red y el cifrado de comunicaciones de una empresa, a la vez que mantiene la integridad de los datos y de los sistemas. Dado que la confianza cero necesita la PKI como método de eficacia comprobado para la autenticación de identidades, el 96 % de los directivos informáticos cree que la PKI es esencial para construir una arquitectura de confianza cero.
Mediante el desarrollo y la consolidación de la confianza digital, las empresas pueden crear una experiencia en línea más segura y confiable para los usuarios. DigiCert es líder en confianza digital y puede ayudar a las empresas a implementar sus pilares fundamentales: estándares, cumplimiento y operaciones, gestión de la confianza y confianza conectada. La plataforma DigiCert® ONE, garantía de confianza digital, protege los sitios web, las comunicaciones y accesos empresariales, el software, las identidades, el contenido y los dispositivos para que las empresas respondan a toda una gama de necesidades en materia de confianza pública y privada con una visibilidad y un control centralizados. Su galardonado software y su liderazgo en el sector de los estándares, la asistencia y las operaciones convierten a DigiCert en el proveedor de confianza digital al que recurren grandes empresas de todo el mundo.
Por ejemplo, estamos colaborando con el National Institute of Standards and Technology (NIST) en un consorcio de confianza cero para producir un ejemplo de arquitectura de confianza cero que aplique las prácticas recomendadas modernas. Además, en DigiCert tenemos mucha experiencia en la implementación de arquitecturas de confianza cero y comprendemos el desafío que supone simplificar la gestión de identidades y accesos en grandes empresas con miles de empleados y puntos de conexión.
Si quiere implementar el modelo de confianza cero y alcanzar la confianza digital o si desea obtener más información sobre la plataforma de DigiCert y su relación con la confianza digital, envíenos un correo electrónico a pki_info@digicert.com para conocer más detalles o coordinar una consulta con el equipo de ventas.